Bears presentan plan para un nuevo estadio

El estadio estaría construido a un lado del lago con un costo de $3.2 mil millones

Los Chicago Bears han revelado una ambiciosa propuesta para un estadio cerrado de casi $5 mil millones junto al Soldier Field, y están buscando financiamiento público para ayudar a hacer realidad su visión, que podría transformar la costa del lago de la ciudad.

El plan, presentado el miércoles, establece un presupuesto de $3.2 mil millones para el nuevo estadio, junto con $1.5 mil millones adicionales destinados a mejoras en la infraestructura. El presidente de los Bears, Kevin Warren, enfatizó el potencial del proyecto para mejorar los espacios verdes y mejorar el acceso al Museum Campus de la ciudad, sugiriendo la adición de un hotel de propiedad pública como parte del desarrollo.

"Este no es un proyecto fácil, pero a Chicago no le gustan las cosas fáciles", dijo Warren, subrayando la inclinación de la ciudad por empresas ambiciosas.

El anuncio coincide con un momento crucial para los Bears mientras se preparan para el Draft de la NFL, donde se espera que seleccionen al ganador del Trofeo Heisman 2022, Caleb Williams, como su selección principal. El equipo, que desde hace tiempo busca abordar las preocupaciones sobre el mariscal de campo, ve a Williams como una adición transformadora a su plantilla.

El mes pasado, los Bears demostraron su compromiso con el proyecto al comprometer más de $2 mil millones en financiamiento para un estadio de propiedad pública. La estructura de financiamiento propuesta incluye $2.025 mil millones de los Bears, un préstamo de $300 millones de la NFL y $900 millones en bonos de la Autoridad de Instalaciones Deportivas de Illinois (ISFA). El financiamiento de la ISFA implicaría la extensión de bonos respaldados por el impuesto hotelero existente del 2%.

Los defensores del proyecto argumentan que generaría importantes beneficios económicos para la región, con un impacto económico estimado de $8 mil millones. La construcción, programada para realizarse en tres fases durante un período de hasta cinco años, vería el nuevo estadio erigido en un estacionamiento al sur del Soldier Field, el hogar de los Bears desde 1971.

El alcalde Brandon Johnson expresó un fuerte apoyo a la propuesta, estableciendo paralelismos con el "Plan de Chicago" de Daniel Burnham. Reafirmó a los residentes que el proyecto no resultaría en aumentos de impuestos ni en nuevos impuestos.

Las representaciones del estadio propuesto revelan un diseño moderno con un techo translúcido y paneles de vidrio expansivos que ofrecen vistas panorámicas del horizonte de Chicago. El lugar tiene como objetivo albergar una variedad de eventos, incluyendo grandes conciertos, Super Bowls, Final Fours y juegos de campeonato de la Big Ten.

Sin embargo, no todos los interesados están convencidos de los méritos de la propuesta. El gobernador de Illinois, J.B. Pritzker, expresó escepticismo, cuestionando si el proyecto representa una inversión sabia de los fondos de los contribuyentes. De manera similar, los principales líderes legislativos en Illinois expresaron dudas sobre la viabilidad actual del plan.

A pesar de los desafíos que se avecinan, los Bears permanecen comprometidos con su visión de un estadio de última generación en la costa del lago de Chicago. Warren enfatizó la naturaleza colaborativa del esfuerzo, considerándolo como una asociación con la ciudad más que una simple relación arrendador-inquilino.

"Creo en el alcalde Johnson", afirmó Warren. "Creo en su personal, en su visión, creo en esta ciudad. No lo veo como ser un arrendatario. Lo veo como la posibilidad de desarrollar una relación, de poder unirnos".